Como os habia comentado, hablamos con Yuma y Abdul y nos dijeron que este sábado estarían en la playa, así que decidimos que hoy íbamos allí a dar de comer.
Primero llegarón Vartar y Yuliya. Y se pusieron de inmediato a cortar el pan.

Luego llegaron Nacho, Roxana y su hija Kathy.

Después llegaron Carlos y una nueva macarroniana, Kelly. Ella es inglesa, de Birmingham.

Como hoy teníamos que salir antes, enseguida manos a la obra con la preparación de los macarrones. Primero Yuliya, para que Kelly fuera tomando nota.

Y despues Kelly, que se había estado fijando muy bien.

Y ahora, a remover bien para que no se peguen. Kelly hizo los honores al ser nueva en estas lides.

Y después Carlos terminó la faena.

En esos momentos llegó Elena, sin Cristhian. Hoy tenía una reunion para la creación de una Asamblea de Asociaciones de Inmigrantes Latinoamericanos. El vino luego a recoger 15 raciones para dar de comer a los asistentes a dicha asamblea. Los miembros que se reunieron nos dieron una donación de 50 euros para sufragar la comida. Muchas gracias a todos por esta colaboración.

Hoy también tuve la ayuda de mi hijo Manuel.


Vamos a probar la salsa......mmmmmmmmmm falta algo de tomate.

Chicaaaaaaaaaaaaaaaaaaaassssssssssssssss a echar más tomate. Yuliya, Kelly y Elena.

Hoy le tocó el friegue a Nacho. Como vereis, estaba dispuesto para la playita, ahí con sus bermudas.

Todos preparados para empezar a servir los macarrones. Yuliya, Carlos, Kathy, Roxana, Vartan (con el delantal), Kelly, yo y Elena. Paula de fotógrafa, como siempre.

Como Cristhian no estuvo hoy, Vartan tomó el relevo.

Como vereis, hoy había una presencia femenina. Yuliya, Kelly, Elena y Kathy.

Kelly y Kathy iban cerrando las bandejas, mientras que Elena y Roxana las iban colocando en las bolsas.

Al final, y ya siendo una costumbre, se limpia la olla con el pan, rebañando muy bien la salsita de tomate, que está de miedo.


Y listos para salir hacia la playa. Así que cargamos los coches con los macarrones, la bebida, el pan y el hielo, hoy sobre todo que hacía calorcito.



Llamé por teléfono a Yuma para preguntarle por donde andaban y me dijo que había mucha policía en la playa y que era casi imposible estar allí y que se volvía para la Casa de la Caridad. Hablé con Carlos y decidimos seguir a la playa a ver que nos encontrábamos.

Aparcamos en el solar enfrente del cuartel de la Guardia Civil, y allí ya dimos las primeras raciones.


Después salimos por el paseo marítimo a seguir repartiendo. De paso, Vartan hacía algo de ejercicio.


Luego nos encontramos a Dikaku. Nos explicaba que era casi imposible estar allí, porque las patrullas de la Policía Nacional no paraban de pasar constantemente.

Y seguimos pateandonos el paseo repartiendo los macarrones. Había que buscar a los xavales porque estaban pendientes de los coches de policía.


Hacíamos algunos descansos y entonces, los que estaban más cerca, aprovechaban para recoger su ración.

Todos nos decían lo mismo, que había mucha policía y no podían estar mucho tiempo parados por allí. Así que cogían su ración y se marchaban rápido.

Y así fue como se desarrolló nuestra jornada de hoy. Luego más tarde, sobre las seis, Vartan y yo nos fuimos al rio y al parque donde siempre damos los macarrones a repartir las raciones que nos habían sobrado (30 raciones) y las dimos a los rumanos, algunos marroquíes y cuatro xavales que andaban por allí.
Ya veremos donde podemos seguir el sábado que viene, pero El Macarrón Solidario seguirá con su labor.
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