Esta es una historia sobre una cadena, en la que unos hablan a otros sobre algo determinado. Se corre la voz y todos apoyan. El punto en común de esta historia es que Inma y María, ambas macarronianas, tienen sus hijos que comparten clase en el colegio Jesús y María. Ellas comentaron la tarea del macarrón con otras madres de ese colegio, las cuales se pusieron manos a la obra y realizaron una colecta entre todas ellas. Con lo recaudado, Inma y María fueron a realizar una compra de tomate frito y macarrones, dándole a la despensa del macarrón un respiro para unas cuantas semanas.
Desde aquí nuestro más sincero agradecimiento a Inma y María por su iniciativa y al resto de madres por su positiva respuesta. Las invitamos a pasar con nosotros una jornada macarroniana.
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