La jornada empezó con la preparación de la olla y el agua. Nacho, Roxana y Kathy fueron los primeros en llegar y los que comenzaron la faena. Yo me fuí temprano a arbitrar y dejé preparada la salsa de tomate.
Nacho echando algo más de tomate para que los macarrones salgan más jugosos.
Luego llegó Javier. Siempre atento con Maka. Se nota que el también tiene un perro. Se llama Romeo.
A continuación llegó Sabelita con sus compras de la semana para el macarrón y con su amplia sonrisa que contagia a todo el mundo.
Y manos a la obra. Lo primero es cortar el pan y ponerlo en las mochilas para su fácil transporte.
Mi querida Paula se unió al grupo. Ella siempre anda de allá para acá en la casa los domingos organizando todo y sale muy poco en las fotos.
Ahora que el agua esta hirviendo a echar los macarrones. Nacho es incansable y está siempre en todo. Cuando no estoy yo, él es el organizador.
Luego llegó Santiago. Venía algo cabizbajo y con algún problemilla de estómago... ¿Serán los exámenes o el stress post exámenes?????....pero luego a luego cuando se puso en marcha nos fue regalando su sonrisa.
Y todos se pusieron a embolsar todo lo que Ana nos regaló para este domingo. (Magdalenas, minipizzas, crossans, bollos,etc...)
La botella de butano está diciendo: "Heyyyy chicos a ver si me vais cambiando ya, ehhhhhhhhhhhhhh¡¡¡¡¡¡
Y después de cocidos, a escurrirlos.
En esos momentos llegó Mª Eugenia a traernos pan que les había sobrado de la noche anterior en una reunión.
Dos sacos de pan. Unas 20 barras. Habrá que congelarlas y sacar un poquito cada domingo. También se las damos a los xavales cuando vienen a por comida. Así cuando llegan a su lugar de descanso, una vez descongelado pueden tener algo parecido a pan fresco. Aunque, gracias a Dios, Ana no deja que nos falte pan, con lo que ella nos da cubrimos lo de cada domingo, y la tenemos aquí a la vuelta, Horno Los Manchegos, cosas exquisitas! anímense a probarlas.
Y después de escurridos a echarlos nuevamente a la olla para mezclarlos con la salsa de tomate y carne. Nacho, Javier y Santiago estaban en la tarea.
Una buena y abundante salsa de tomate con el sazonador que nos dona Carmencita. Ese producto es el alma de los macarrones. Gracias a esta empresa podemos echarle unos cuantos botecitos cada domingo y que salgan con ese gustito tan rico.
Y a mezclarlo todo. A veces es algo complicado por la cantidad de macarrones que hay en la olla (Hoy 9 kilos).
Menos mal que ahora tenemos el cucharón que nos trajo Isabel y Julián y eso nos facilita la labor.
Y listos para servirlos. Un pequeño incidente casero:...las "garras" para servir los macarrones se fueron completamente dentro de la olla. Javier rápidamente puso el remedio.
Hoy eran Nacho y Javier los encargados de servir los macarrones en las bandejas.
Y a la marcha. Santiago estaba mirando la televisión a la vez que iba cerrando las bandejas.
Hoy la cadena era cortita. En un lado, Santiago y Sabelita.
En el otro, Kathy y Roxana.
Y una vez todos los macarrones en las bandejas, ¿Qué toca? ah ah ah ???? Ahaaaaaaaa, la mojadita-ta-ta.
Nacho, Kathy y Roxana preparados con lo único necesario para ello.... un buen trozo de pan.
Santiago y Javier hacían lo propio, mientras que Sabelita se limpiaba las lágrimas de la risa.
Como podéis observar, no pierden comba los macarronianos. Todos con la boca llena, jajajajajaj. Voy a patentar mi salsa boloñesa macarroniana.
Y listos para el reparto. Javier, Santiago, Roxana, Kathy, Sabelita y Nacho.
La primera parada al principio del paseo del PROP. Ya nos estaban esperando.
Santiago se encargaba de repartir la bebida y, a la vez, con el abridor.
La comunidad "española" va en aumento. Cada domingo vienen más personas de aquí.
Sabelita repartía los dulces que nos trajo su padre semanas atrás.
También repartimos camisetas que nos habían traído tiempo atrás.
Estas camisetas nuevas les vienen que ni pintadas. Muchos de ellos se quedaron sorprendidos. "Camisetas interiores nuevas", decían.
Kathy iba repartiendo los tenedores.
Nuestro amigo y conocido desde hace tiempo ya, Tiberio. Se sienten a gusto cuando ven que un grupo de gente totalmente desconocidos para ellos se acercan y les atienden con todo cariño y una gran sonrisa. Ese calor humano es el que ellos agradecen cada domingo.
Hoy había varias familias de rumanos con varios xavalines correteando. Les encantó las cajas de dulces y los zumos.
Nuestro amigo Kulpdigh, como siempre, el está solo buscándose la vida aparcando algunos coches, le recuerdo que tiene problemas con el azúcar, necesita cuidados similares a los de los diabéticos, pero en la calle le es imposible.
Nuestra amiga Aisha que llegó tarde al reparto y casi se queda sin nada.
Sabelita con Abdulhai, uno de los xavales conocidos también desde hace tiempo.
Este domingo dijimos que solo se daba una ración por persona y que a la vuelta, si quedaba algo, repartiríamos el resto. Y así fué.
Al volver para casa con algunas raciones de macarrones y zumos, nos paramos en el paseo a terminar de repartir lo que nos quedaba.
El peque encantado con su zumo, sus dulces y su bolsa con algo de bollería.
Nacho y Santiago rodeado de gente solicitando algún zumo más. Y aqui viene el tema del título de nuestra entrada de hoy.
"
Santiago Herrero Gea publicó en el muro del macarrón: .
Santiago escribió: "bueno, hoy ha sido una sesión bien chula. Lástima dejaros sin degustar con vosotros los macarrones... pero después de la siesta se me ha pasado bastante el dolorcete. Me alegro de haber paseado con vosotros y los víveres, habia momentos en que ni me acordaba de mi estómago, como cuando estaban todos esos chiquillos alrededor venga a pedirme zumos. Impagable"
Y de vuelta a casa nos paró un chico, preguntado si nos quedaba algo de comida. Su nombre es David y esta es parte de su historia:
Se divorció hace un tiempo y pasó unos meses en la calle. Ahora está en casa de un amigo que le presta una habitación. Está cobrando una prestación por desempleo que prácticamente la gasta en el pago de la pensión alimenticia de su hija pequeña de 6 años. Nos decia muy orgulloso de que hoy era su dia 44 sin tomar ni una gota de alcohol. Sufre de pié plano y necesita unas zapatillas de número 43-44.
Como eramos pocos en casa, le pedimos que nos acompañara en la comida a nuestra casa.
En casa le dimos algo de ropa, una mochila y unos zumos para llevarse. Volverá los viernes a por algo de comida, y a ver si le conseguimos zapatillas.
Gracias de nuevo a todos los que nos acompañan cada domingo.
OS QUEREMOS.
Son todos y cada uno muy importantes para nosotros.
Paula y Manuel
619 92 97 26
elmacarronsolidario@gmail.com
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