UN BEBÉ MACARRONIANO.

Hoy llegué más temprano de arbitrar y me pude pasar por la panadería de Ana a recoger el pan, empanadillas, roquilletas y dulces que me tenía preparado. Paula me pilló al salir del ascensor.

Lo dejé todo preparado para que cuando llegaran el resto de macarronianos lo cortaran y pusieran en bolsitas como hacemos cada domingo para poder repartirlos mas equitativamente.

Primero llegó Santi que habia hecho un paréntesis en sus estudios.

Luego llegó nuestro querido Javier.

Y luego llegaron Yuliya y Natalia. Esta última es la primera vez que viene al macarrón, aunque nos sigue por el blog y ya en una ocasión hizo una compra para la despensa macarroniana. Vino con su peque, Ismael.

Y a la faena que no hay tiempo que perder. Javier, Natalia y Yuliya comenzaron cortando el pan. Llevamos dos mochilas llenas y alguna vez termina faltando.

Santi mientras tanto hacía de canguro, jajajajajaj

Después de preparar el pan, Paula sacó las bandejas para que se fueran colocando en la mesa. Santi dejó su papel de cuidador infantil para echarnos una mano.

Natalia y Yuliya también se pusieron a ello.

Con todas las bandejas colocadas, un pequeño descanso antes de continuar.

En ese momento llegó Nuvoldfum. Nos trajo unas viandas para la despensa del macarrón. (atún, tomate y macarrones).

Javier empezaba a preparar los macarrones para echarlos en la olla.

Y todos "p'adentro" jajajajaja. 4 kilos de macarrones.

Y luego 5 kilos más que traía Santi.

Y esos..... p'adentro también. En total, 9 kilos de macarrones que dan unas 80-85 raciones.

Y ahora a removerlos. Javier lesdaba la primera pasada, que no veas lo que cuesta mover 9 kilos de macarrones en la olla.

Y luego continuó Nuvoldfum.

Llegaron entonces Nacho, Kathy y Roxana.

Hoy les dí un recibimiento especial, jejejejejej

De vez en cuando había que hacer alguna gracia al peque para que estuviera entrenido.

Luego llegaron Ericka y Matías.

Los macarrones ya están listos para escurrirlos, se nota en el vaporcito que sale al abrir la olla. La sauna se pone en marcha.

Nacho y yo estamos en ello.

Como vereis el sistema de escurrir los macarrones es bastante "artesanal".

Nuvoldfum nos ayudaba a la hora de mezclar los macarrones con la salsa de tomate.

Con la olla nueva para el tomate es mas cómodo ahora mezclar la salsa con los macarrones.

Como cuesta remover los macarrones junto con la salsa y conseguir que no se desborden. La olla está al límite de su capacidad.

Hoy era la jefa de la mesa Nuvoldfum. Julián e Isabel andaban de fallas hoy.

Aquí se ve bien el pedazo de olla llena de macarrones que se prepara cada domingo para dar de comer a mas de 80 personas.

Mientras tanto, hoy le tocó a Raquel fregar los cacharros.

Y manos a la obra. A poner los macarrones en las bandejas.

Es un momento muy agradable donde todos van contando como les ha ido la semana, algún proyecto futuro y estos dias en particular, como se van dando las fiestas falleras.

Las bolsas se van llenando de bandejas con macarrones calentitos y ricos.

Kathy les llevaba a Ana y Pedro unas raciones de macarrones para comer.

El pequeño Ismael probaba por primera vez nuestros macarrones y se convertía así en un nuevo macarroniano.

Y llegó el momento de mojar la salsitaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa. Todos preparados con el pan en la mano.

Y los primeros fueron, Javier y el que les escribe, osea, el menda, jajajajaj

Luego se lanzó sin miedo y a tumba abierta Nacho.

Luego se animaron Santi y Raquel.

Y le siguieron mi hijo Manu y Natalia. El pequeño Ismael no le quitaba el ojo al trozo de pan con salsita que llevaba su madre.

Nuvoldfum tampoco se quedó atrás. Y Nacho repetía.

Luego Roxana aprovechaba su turno.

Y Raquel volvía a repetir de nuevo. Nacha y ella parecía que estaban echando una carrera, jejejeje

Y para terminar yo me animé de nuevo a darle un repasito a la olla. Raquel parecía que se había quedado con ganas y se remangaba para dar otra pasada. De Nacho ya .......... "pa que"  voy a decir nada más, no se despegaba de la olla.

Y despues del atracón de pan con salsa de tomate, todos listos para salir. Javier, Raquel, Santi, Nuvoldfum, Yo, Natalia, detrás estaba una nueva macarroniana poco amiga de las fotos, Maite, Yuliya, Kathy, Matías, Ericka, Roxana y Nacho. Hoy volvía a ejercer de fotógrafa mi querida esposa Paula.

Y camino del paseo al reparto.

De camino nos encontramos con Abdul, el amigo de Yuma. Hacía varios meses que no sabíamos nada de ellos. Me alegré mucho de volver a verlo.

Y llegamos al paseo. La cuestión es organizarse. Javier y Raquel en un banco para repartir macarrones.

Al lado Nacho y yo repartíamos los zumos.

Nuvoldfum y Maite tambíen iban repartiendo raciones de macarrones. Con la cantidad de gente que hay cada domingo, nos agrupamos de dos en dos y de esa forma podemos atenderlos de la mejor manera.

Yuliya iba repartiendo una de las mochilas de pan.

Teresa es una señora que ya lleva viniendo muchos domingos a por su ración de macarrones.

Y a Pedro ya lo conocemos más de un año. Dice que le encantan los macarrones que hacemos.

Kathy y Matías repartían los tenedores. Ericka también repartía bandejas de macarrones.

Luego encontramos a la parejita, Inma y Pablo. A ella le dejamos una chaqueta de lana que trajo Maite para ella.

Y más adelante estaba el grupo de Tiberio. Siempre me hace gracia cuando me dice "hola fefe"

Nacho seguía repartiendo los zumos al resto del grupo.

Y al final del paseo estaban algunos de los xavales que más conocemos. Entre ellos Denish.

Luego estaban también Salomón.

Y Erick y Woody Samba.

Woody se notaba que tenía sed y no había tomado mucho líquido esa mañana.

Y por último le llevamos su ración a nuestro amigo Kulpdigh. Siento decirlo, pero cada día está mas delicado.

Y una vez que nos quedamos sin raciones nos tenemos que volver a casa sin poder llegar hasta el jardincito donde sabemos que esperan más xavales para comer. Eso es algo que nos duele enormemente.

De regreso a casa nos estaban esperando Ricardo y su hija Mª José.

Y a preparar nuestra comida. Como Paula hoy vino al reparto, mi hijo Manu se quedó en casa preparando los macarrones para todos. Había que hacer una pequeña cata y no estaban mal. Le damos el aprobado como cocinero macarroniano.

Y Santi y Mª José llevaban la olla a la mesa para empezar a comer.

Y hasta el próximo domingo.