Hoy se celebraba el Dia de la Madre y también el 1º de Mayo, Día del trabajo, así que nosotros lo celebramos con varias madres y trabajando como cada domingo. Ciertamente hubo menos gente en la calle ya que, al parecer, había paella gigante en el cauce del Turia.
Y como hoy no tenía que ir a arbitrar pues me lo tomé con calma para preparar mi salsa de tomate y carne. Primero la olla con el aceite y la carne para ir dorándola.
Luego voy preparando el resto de ingredientes para tenerlos todos a mano. Ahora el tomate frito.
Luego los sazonadores de spaguetti que nos dona la empresa Jesús Navarro (Productos Carmencita), de Novelda.
Y la sal para darles un puntito de salados.
Cuando la carne ya la tengo medio en su punto entonces añado el resto de productos.
El sazonador es indispensable para que tanta cantidad de macarrones salgan gustositos.
Esto va tomando una pinta que ni os cuento. Pero los que nos acompañan cada domingo pueden dar fe de que está bueno.
Y luego unas cuantas latas de tomate. En total ponemos cuatro que son 10 kilos de tomate frito. Todo aquel que quiera colaborar con esto, los compramos en un centro al por mayor. Avisadnos y os acompañamos a comprar todo el que querais.
No es que estuviera intentado matar al bote de tomate, no, jejejejej, es que no tenemos abrelatas.
Hoy vino un nuevo macarroniano acompañando a Natalia y su hijo. El se llama Juan y también realiza varias actividades solidarias.
Después llegaron Nacho (que había pasado por la panadería de Ana a recoger las viandas para hoy, que como sabeis, nos dona cada Domingo) y Roxana. Hoy Kathy no vino porque estaba en Barcelona.
Un previas presentaciones para tomar contacto con el grupo.
Y a continuación manos a la obra. No hay tiempo que perder que si no llegamos tarde y la gente piensa que no vamos al ser un dia festivo.
Nacho con los macarrones y Juan, Natalia y Roxana a preparar el pan, los dulces y el resto de cosas que nos había dado Ana.
Luego llegaron Vartan y Yuliya.
Y también manos a la obra. Yuliya ayudaba a Natalia a preparar las bandejas para poner los dulces.
Mientras Roxana iba repartiendo y haciendo raciones más o menos equitativas para el reparto.
Luego llegó nuestra querida Sabelita con su mochila cargada con las comprar que realiza durante la semana para la despensa del macarrón.
Entre otras cosas, pañales para el niño de la cuñada de Diallo.
Hoy Juan fué el encargado de echar los macarrones en la olla.
Con un poquito de ayuda por mi parte para que no se desparramaran todos por la cocina.
Como mi hijo Manu andaba por la casa, aproveché para que nos echara una mano removiendo los macarrones. Ahí lo tienen, con 15 añitos y que me saca más de un palmo. ¿Que comerá este muchacho? ¿Macarrones?
Luego Vartan preparó un bote más de tomate frito para que los macarrones salieran algo más jugositos.
Y cuando ya está todo listo pues a escurrilos.
Hoy le tocaba estreno de actividades a Juan, así que también le pusimos el famoso mandil "machoman" para que no se manchara con la salsa de tomate.
Vartan siempre está dispuesto a realizar las labores de fregado de limpieza.
Mientras íbamos mezclando los macarrones con la salsa.
Y después de fregar aún le quedaban fuerzas a Vartan para seguir dando vueltas a los macarrones, que os aseguro, cuesta un poquillo.
Y una vez todo bien mezcladito, a la mesa. Echamos de menos a nuestro jefe de mesa, Julián. Esperamos verlo pronto junto con su esposa Isabel, a los que queremos un montón.
Nacho repartía "las herramientas" de trabajo a Juan y Vartan. Hoy eran ellos los encargados de servir los macarrones en las bandejas.
Y comienza la cadena de envasado.
En un lado, Yuliya y Sabelita.
Y en el otro, Natalia y Roxana.
A Nacho y a mí nos tocaba hoy la colocación de las bandejas en las bolsas para el posterior reparto. Y como siempre, las risas y el buen humor están presentes en las personas del Macarrón Solidario.
Y llegó George, como cada domingo desde hace ya un par de meses, a echarnos una mano.
Luego llegó la cuñada de Diallo con sus hijos a recoger algunas cosas para comer. No se quedaron con nosotros a los macarrones. Debían volver a casa.
Así que les preparamos lo poco que quedaba en la despensa y que casi todo era lo que había traído Sabelita y Vartan y Yuliya.
Y por último llegaron Mª José y Rafa. Justo para cortar más pan que acabábamos de subir, ya que nos llamó Ana para que recogieramos algunas barras más.
Y para terminar pues al deporte favorito, jajajajjaj " el mojete".
Juan probaba por primera vez la salsa de tomate del Macarrón. Vartan le seguía y Yuliya esperaba con el trozo de pan en la mano a que le hicieran un hueco en la olla.
Natalia y Nacho continuaban con la "limpieza" de la olla.
Y todos listos para salir.
Camino de nuestro primer punto de reparto.
Una vez colocados al inicio del paseo se comienza a repartir las raciones de macarrones, bebida, pan y bollería. Natalia, Roxana y Sabelita se dedicaban a ello.
El abuelo del macarrón, Enrique, siempre amable y un tono de voz que transmite paz y tranquilidad.
Nuestra incombustible Aisha también esperaba su ración.
Romeo y George preparados para empezar el reparto.
Roxana repartiendo sus raciones entre las personas que cada domingo nos esperan.
Romero repartiendo unos macarrones a nuevos recién llegados.
Yuliya y George dándole sus raciones a Tomás.
Sabelita le daba la ración de bolleria a Tiberio.
George charlando con Denish. Dias atrás nos contaba que había fallecido su madre pero que no podía viajar a Camerún para despedirse de ella.
Una vez finalizado el reparto en el paseo, seguimos nuestro camino hacia el parque.
Allí nos vamos encontrando a varios xavales que ya nos esperan. Mª José repartiendo los tenedores.
Vartan repartía la bebida, Sabelita seguía con su bollería y Nacho, Rafa y Juan con los macarrones.
El grupo de Kulpdigh.
Y después seguimos hacia el rincón de Nuevo Centro.
Allí hay algunos xavales que se siguen arriesgando a aparcar coches para ganarse alguna monedas.
George les repartía macarrones y, de paso, charlaba con ellos un rato.
Romeo y George se han acoplado muy bien al macarrón y cada domingo charlan un poco con sus compatriotas.
Diallo, que a pesar de tener sus papeles en regla, sigue aparcando coches para ganarse alguna moneda, ya que no encuentra ningún trabajo. Vartan le daba algo de bebida y Yuliya el pan.
También estaba nuestro amigo Oliver. Nos alegra verlo porque sabemos de su situación, le hemos ayudado muchas veces y sus compañeron no siempre le han tratado bien.
Y con el trabajo hecho, todos de vuelta a casa a comer.
Todos reunidos alrededor de la mesa macarroniana.
Es un momento especial donde compartimos las sensaciones, anécdotas, comentarios, surgidos en el reparto del dia.
Y hasta el domingo que viene.
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