Hoy tuvimos la visita y la colaboración de un nuevo joven macarroniano. Se llama Eliel y viene desde Sagunto, aunque su tierra nata es Argentina.
Primero a preparar la olla para la salsa.
Eliel estuvo en la cocina desde el primer momento ayudando en todo. Primero el aceite.
Luego a echar la carne picada cuando el aceitito ya está listo. NECESITAMOS ACEITEEEEEEEEE, jajajajajajj
Y cuando la carne ya está doradita, a echar el sazonador y la sal.
Y por último, el tomate frito. De esto último es lo que más necesitamos ahora.
Luego llegó Nacho. Y, rápidamente, manos a la obra con el agua.
Luego llegaron Micaela y su madre, Mónica.
Y luego Vartan y Yuliya. Y como vereis, todos sonrientes. Es impresionante el ambiente que se respira los domingos macarronianos.
Y luego llegaron Javier, George y Mª José. Y como el pan ya estaba en casa, pues se pusieron a prepararlo para el reparto.
Nacho trajo luego el resto de cosas que nos tenía preparadas nuestra querida Ana, que ya ha vuelto de sus merecidas vacaciones y ya está al pie del cañón para ayudarnos cada domingo con el pan y el resto de viandas.
Y todo el grupo preparando para el reparto el pan, los dulces y las bandejas.
Después Vartan y Yuliya preparaban los macarrones.
Hoy vino, después de mucho tiempo alejado por temas de estudio, nuestro amigo Santiago.
Nos trajo algunas cosas para el macarrón que nos enviaba nuestra querida amiga Mar.
Preparando las palmeras de hojaldre en servilletas de papel para repartirlas. Paula es muy cuidadosa a la hora de la preparación de la comida para el reparto.
Nacho y Vartan controlando la temperatura del agua para los macarrones.
Cuando ya está lista, macarrones al aguaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Vartan cuidando de que no se peguen dándole vueltas con "alegría y brío", jajajajajja
El resto seguía preparando más palmeras. Había una caja enorme que nos guardó Ana.
Luego llegó nuestra querido Nuvoldefum.
Nos trajo varias cosas para la despensa del macarrón.
Nacho y Vartan seguían líados en la cocina escurriendo los macarrones.
Y después a mezclar bien los macarrones con la salsa de tomate.
Siempre con buen humor y alegría. Marcándonos unas "sevillanas" jajajajajajajaja "y olé"
Y con todo listo, la olla a la mesa para empezar con las bandejas.
Hoy fue Santiago el que me ayudaba con los macarrones y las bandejas.
En la línea de Santi, Yuliya, Micaela y Mónica.
Y en la otra, Mª José, George, Javier y Nuvoldefum.
Vartan estaba en la cocina limpiando los cacharros.
Nacho limpiaba el cacharro donde se escurren los macarrones.
Y Eliel, preparando la bebida fresca para el reparto de hoy.
Y luego la famosa "mojadita macarroniana".
Y todos listos para salir: Vartan, Yuliya, Santiago, Nuvoldefum, George, Javier, Mónica, Micaela, Mª José, Eliel y Nacho. Hoy Kathy y Roxana no pudieron venir.
Nacho y Eliel iban los primeros. Camino por el jardín hasta el primer punto de reparto.
En el jardín nos estaban esperando Domingo y nuestro abuelo, Enrique.
Luego camino del jardincito de la estación de autobuses donde nos encontramos con Tiberio y su amigo.
También estaba Diallo y Abdul. Javier repartía macarrones, Micaela les daba los tenedores y Santiago llevaba las palmeras dulces.
Más abajo otro grupo nos esperaba. Mónica también repartía más dulces.
A algunos de los xavales les encanta hacerse alguna foto con nuestras macarronianas.
Eliel repartía el pan a la gente del jardincito.
Y después todos juntos para el segundo punto de reparto en el paseo del Prop.
Colocándonos para poder hacer el reparto de forma ordenada.
A por sus raciones nuestra abuela Teresa y nuestra amiga Aisha. Una chica nueva este domingo, Francisca, que venía desde Burjasot.
Todos más o menos ordenados. Nuestro amigo Tomás y otra pesona nueva más, Sara (de morado).
Desgraciadamente, cada domingo viene más gente, y a veces nos quedamos sin macarrones para poder repartir. Nuestra cocina no da para más.
Roberto es otra de las personas que ya conocemos desde hace tiempo. Lleva una de las camisetas que dimos cuando nos las donaron en la Campus Party.
Cuando ya se ha repartido todo, entonces llega un poco el desorden, preguntando si queda algo más.
Y terminado todo, pues a casa a comer.
Y nos vemos el próximo domingo.
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