Ayer, 31 de marzo, fue un día muy especial para nosotros, agotador, pero muy especial; no era nuestra intención despertar polémica alguna, solo vimos la oportunidad a través del periódico de que otras personas y empresas de buen corazón (que las hay) vieran la posibilidad de canalizar a través de nuestra tarea ese gesto pendiente que siempre tuvieron en mente concretar. Hay mucha...mucha gente que tiene empatía con los necesitados y siente inquietud e impotencia por no saber cómo resolver la situación. Pero muchas de estas personas tienden a pensar en hacer grandes cosas porque así suele ser normalmente el ser humano, pero nos olvidamos que las grandes cosas empiezan con pequeñeces, como las semillitas. De nada sirve que las grandes intenciones queden en un pensamiento frustrado en el sillón de mi casa y nos frustremos aún más cuando vemos nuestra situación particular, y entonces la impotencia nos lleva a desistir de la empatía y la inquietud que tan sinceramente se despertó en nosotros. Esta desilución y el mal sabor de boca que nos queda, nos empuja como resorte hacia el gobierno, y ahi nos desentendemos de culpas y remordimientos teniendo a quién achacar la situación. ¡Cómo cambiarían las cosas si cada uno hiciera su parte!... en su calle, en su barrio...pero no...pensamos a lo grande, pero al final no hacemos ni lo más indispensable. No quito al gobierno su responsabilidad, sino que trato de hacerme cargo de la mía.
Manuel y yo somos conscientes de que no vamos a erradicar el hambre, ni la gente menesterosa, el egoismo del ser humano nunca lo permitirá, de la misma manera que el mar siempre traerá estrellas a la orilla que se secarán bajo el sol. Pero si un día vas caminando por la playa, no dudes en devolver una estrella al mar, que para ella, solo para ella, eso tendrá sentido.
Por eso te invitamos hoy a que te olvides de las grandes intenciones que quedan frustradas entre los cojines del sillón de tu casa.
Te invitamos a que aprendas a ver "las estrellitas" de mar que hay a tu alrededor más inmediato
..." y Dios, que ve en lo secreto de tu corazón, te recompensará " (San Mateo 2,3 y 4) es una de las promesas bíblicas que nos impulsa cada sábado ¡¡¡y vaya si nos recompensa!!! salimos de allí con la grata sensación de haber hecho nuestra tarea y con las imágenes de sus sonrisas todavía en nuestra mente que nos acompañan mientras vamos en silencio de regreso a casa con nuestro carrito de la compra vacío pero con la certeza de que Dios proveerá para la siguiente vez.
No hay color político en nuestra labor, ni discriminación alguna con nadie, por ello, invitamos de corazón especialmente a todas aquellas personas que nos expresaron su preocupación por los valencianos que están pasando hambre. Contáctense con nosotros, que de lo que tenemos les damos para que creen un Centro Macarrón en su propia cocina, así podrán dejar de preocuparse y "ocuparse" en aquellos valencianos y españoles que con seguridad se alegrarán del plato de comida que ustedes mismos cocinen.
Necesitamos agradecer todos los mensajes, todos los mails, toda la buena onda que nos hacen llegar. Ayer, la situación inesperada para nosotros nos desbordó un poquito y no pudimos responder a todos como hubiesemos querido. Tenemos en cuenta cada mail y cada ofrecimiento, tengan paciencia que ya les responderemos.
Estamos a su disposición para cualquier duda o consulta: elmacarronsolidario@gmail.com
Gracias
Paula y Manuel
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