miércoles, 22 de febrero de 2012

9 Preguntas para George Sinclair Mbah

1. George, cuéntanos de dónde eres y cómo está compuesta tu familia
Nací en Duala, Camerún, hace 31 años el día 21 de octubre.
Mi madre se llama Marie y somos 7 hermanos; 3 son mujeres, y yo soy el cuarto. Todos mis hermanos varones están fuera de Europa y salieron de mi país con la misma ilusión que yo, tener una vida mejor; mi hermano pequeño está en Tailandia, lleva 2 años pero las cosas no le van bien. Mis otros 2 hermanos sobreviven en Gabón. En África piensan que aquí en Europa las puertas están abiertas para el triunfo de la familia y eso mismo era lo que yo pensaba cuando llegué aquí, hace ya más de 7 años.
 2. Una vez que tomaste la decisión de salir de tu país, qué fue lo primero que hiciste?
No tenía intención de llegar a Europa, quería buscar algo mejor en algún país de África. Pasé dos años en Libia pero luego allí también las cosas se pusieron muy mal. Cuando me hablaron de la posibilidad de pasar hasta Europa por Marruecos, decidí intentarlo. Fuimos de Libia a Argelia. Cuando llegamos a Argelia, vimos que mucha gente intentaba hacer ese viaje.
Mientras intentábamos cruzar una y otra vez, al final nos hacíamos amigos y siempre terminaban cruzando dos o tres personas. Así que cuando  lo conseguí  me encontré a algunos de los compañeros que ya habían cruzado antes que yo. Entonces una vez que crucé nos entregamos a la Policía Nacional porque nos dijeron que si nos entregábamos a la Guardia Civil  nos llevarían de nuevo a la policía marroquí. La policía nacional nos llevó  a la comisaría para tomarnos las huellas y preguntarnos de donde éramos.
3. ¿Tuviste miedo en ese momento?
No, no tenía miedo. Sabía que lo único que podía pasarme era que me devolvieran de nuevo a mi país. Ya estaba acostumbrado a que me echaran de nuevo o a que me pegaran. Allí no tienes miedo a nadie. Allí no existes, no eres nada. El miedo o la muerte ya te da lo mismo. Habíamos enterrado a mucha gente en el camino.  Es ahora cuando estoy más asustado que antes porque no tengo nada después de tantos años de lucha, ni trabajo, ni nada y no veo futuro. Antes no tenía papeles, y ahora después de mucho esfuerzo y personas involucradas, tengo mis papeles, pero no tengo trabajo.
4.  Cómo fue “el cruce”?
Me encontraba en la ciudad de Nador que está entre la frontera de Marruecos y Melilla. Era de noche e iba acompañado de otros dos que también querían cruzar. De repente salieron unas personas y todos echaron a correr, pero yo no tuve tanta suerte. Forcejeamos un poco pero al final me quitaron el dinero y me dieron bastantes puñaladas, tengo cicatrices importantes de aquel entonces. Empecé a caminar  hasta que se hizo de día y una familia marroquí me ayudó. Me limpió las heridas y me dieron de comer. Seguí luego caminando hasta que llegué a la frontera. Estuve bastante tiempo allí esperando la ocasión para cruzar. La primera vez la guardia civil me cogió y me entregó a la policía marroquí. Y ellos me devolvieron a la frontera con Melilla de nuevo.  Lo intenté hasta cuatro o cinco veces. Intentaba saltar y no lo conseguía. Pero había que seguir, el objetivo era cruzar y había que lograrlo.
5. ¿Cuáles fueron tus primeras andanzas en Europa?
Primero estuve en Marruecos sin poder hacer nada. Luego nos llevaron a Fuerteventura a un centro de internamiento. Allí estuve durante un mes. Cada día nos llevaban delante de un juez y teníamos que contar porqué vinimos y cómo llegamos a aquí. Siempre la misma historia y si te equivocabas o contabas una cosa diferente, te deportaban.
Luego nos subieron a un avión y pensé que nos llevaban de vuelta. Pero aterrizamos en Madrid y nos entregaron a una ONG, allí me ayudaron con dos días en un hostal y luego me preguntaron que a donde quería ir. Les dije que a Valencia porque era donde más amigos tenía. Me pagaron el billete y me dieron 40 euros.
Al principio trabajé algo en la naranja, trabajábamos mucho y nos pagaban muy mal, pero necesitábamos algo para comer. Luego trabajé algo en la construcción durante un año y medio. Y con el dinero que gané le pagué a mi hermano pequeño el billete de avión a Tailandia. También le mandé dinero a mi madre para que pusiera un pequeño negocio. Pero se terminó y volví a estar como al principio, sin nada, a cero.
6. ¿Cuál fue el momento más duro en esta lucha por llegar a Europa?
El momento más difícil fue en Argelia. Allí la única manera de viajar es en autostop. Yo tenía algo de dinero y lo guardaba en varias partes de mi cuerpo. Nos juntábamos en grupos de 3 en 3 personas para ponernos al lado de la carretera ya que si nos juntábamos muchos podían denunciarnos. Un camionero nos recogió y nos llevó a la ciudad que estaba al lado de la frontera. Por la noche estábamos preparados para poder cruzar y un coche nos dijo que si queríamos nos levaban. En aquel país hay gente que se dedica a eso, a cruzar a inmigrantes por la frontera a través del desierto. Yo les dije que ahora no queríamos, que era tarde. Pero mis compañeros dijeron que si, ellos cabezones. Así que al final nos subimos en el coche. Pero había algo raro, el coche iba en dirección contraria a donde iba el resto y después de un rato apareció otro coche que nos seguía, me di cuenta que querían robarnos. Intenté abrir la puerta pero estaban bloqueadas… ufffffff... nos  quitaron todo (ropa, calzados, reloj) y nos dieron una paliza de muerte con palos. Nos dejaron semidesnudos en medio del desierto pasando un frio enorme, todavía no comprendo cómo es que sobrevivimos, pensé que moriríamos aquella noche allí mismo. Anduvimos toda la noche hasta que llegamos otra vez a la ciudad en donde nos recogió el coche. Estaba con hambre, sucio, sin dinero para poder comprar algo y mi única opción era entregarme a la policía para que me devolvieran a mi país, pero aún ellos me rechazaron, no me hicieron ni caso.
Me fui a la estación de autobuses  y me quedé acurrucado en un rincón. No conocía a nadie y no tenía fuerzas  de hablar con nadie así que le dije a mi compañero que era el momento de separarnos porque seguramente así sería más fácil, cada uno por su lado. Me quedé en ese rincón pensando en todo lo que me había pasado esos días atrás desde que salí de mi país, cuando nos robaron, el frío que pasamos  en el desierto, enfrentarnos a la muerte y al desamparo… y en ese momento pasó algo que me hizo pensar que realmente no estamos solos, un señor muy mayor se detuvo a mi lado y me preguntó en un correcto francés  qué me pasaba, que porqué estaba tan triste. Su voz, su forma de hablar me hizo que soltara una lágrima,…yo no había llorado nunca, en mi país mi padre me pegaba a veces pero nunca había llorado. Y me quedé pensando: _qué me está pasando? Nunca me había pasado esto, no paraban de caer lágrimas. Entonces, este hombre viejo  puso su mano en mi hombro y me dijo que le contara lo que me había pasado. Así que le conté toda esta historia.
Me miró y me dijo: _no te preocupes, tú vas a viajar.
Me  llevó a los aseos de la estación y allí me limpió, me lavó las heridas y luego  me compró un bocadillo.
Luego, sin más, me hizo subir con él a cada uno de los autobuses que llegaban y contaba a los pasajeros todo lo que me había pasado, luego ofrecía  su sombrero y la gente empezó a echar monedas; llegó un momento que nos encontramos con un montón de dinero. Nunca pensé que podría conseguir el dinero para poder seguir mi camino.
Nunca supe cómo se llamaba ese hombre. Nunca lo olvidaré…quizá fue un milagro que me ayudó a creer que no estoy solo.
7. Desde que estas en Valencia. ¿has estado alguna vez en la calle o siempre has estado en algún piso?
En mi vida siempre he luchado. Cuando he encontrado alguna forma de trabajar lo he hecho. Soy una persona con dos brazos y dos piernas y puedo  luchar.
Cuando llegué a Valencia estuve en la calle porque no sabía cómo empezar. Cuando terminé el trabajo de la obra y no había nada más vi que podía ganar algunas monedas aparcando coches y así empecé. Con ese dinero al menos me pagaba la habitación donde descansar y algo para comer. Cuando llegaba la campaña de la naranja pues me iba y cuando terminaba pues a aparcar coches otra vez.
Ahora teniendo papeles tampoco hay trabajo así que hay que seguir aparcando coches, no voy a estar con los brazos cruzados.
Ahora nos pagan a 60 centimos el cajón de naranjas. Y puedo hacer unos 45 cajones. En total unos 27 euros al dia trabajando muchas horas y de allí hay que descontar el transporte. Pero con eso no tienes para mucho y es solo por un corto periodo de tiempo.

8. ¿Cómo te imaginas tu futuro George? ¿Cuál es tu sueño? ¿Qué te gustaría hacer?
 Ahora estoy haciendo algo,  me estoy sacando el carnet de conducir, una amiga me lo regaló para mi cumpleaños. Si tuviera menos años me gustaría haber hecho algún curso de mecánica del automóvil, pero creo que ahora ya no tengo tiempo para estudiar y me siento demasiado mayor. Quisiera tener un trabajo y poder viajar a mi país. Mi padre murió cuando yo estaba fuera y muchos de mis familiares también. A mi madre no la veo hace 8 años, solo tengo su foto. Quiero volver a verlos al menos una vez antes de que fallezca.
Yo quiero de la vida lo mismo que todo el mundo, tener una familia, trabajar, ser feliz con los míos. Valerme por mi mismo. Levantarme por la mañana y acostarme siendo feliz con lo que he hecho. Tener una mujer y un hijo me hace ilusión. En definitiva, tener una vida como todo el mundo. Poder viajar alguna vez a mi país. Así hasta que llegue nuestra hora.

9. ¿Qué le dirías a alguien que oiga tu historia, que no te conoce de nada y esté pensando en ayudarte?
Gracias a Dios y después de mucho sacrificio he conseguido mis papeles, pero sin trabajo no puedo avanzar.
No soy una persona de alto nivel cultural, pero soy muy trabajador .
Quien me quiera contratar que no dude ni un momento de que puedo hacer cualquier cosa,  puede confiar totalmente en mí, pondré todo mi esfuerzo y me empeño en aprender y hacer el mejor trabajo cada día.
Mi ilusión en la vida es levantarme por la mañana para ir a trabajar y al llegar por la noche pensar que he estado haciendo algo, que he ayudado en algo, que me he levantado para algo. Que cuando vuelvo estoy cansado porque he hecho algo. Y levantarme de nuevo contento porque voy a trabajar. Es algo que me enseñó mi padre, que un hombre tiene que ser una persona trabajadora.
***************************************

Estas fueron las palabras de George, ahora simplemente os dejamos unas cuantas fotos de nuestra experiencia con George desde que lo conocimos como "aparcacocches"  hasta que pasó a ser un macarroniano más que viene a prestar su ayuda.
Gracias George, Dios te bendiga!

Queremos hacer un pequeño apunte. A George le ayudamos con el pago de su seguridad social y luego él se ha pagado algunos meses con su trabajito, pero ahora no puede pagarlo y tiene un par de ellos pendientes. Desde el macarrón intentaremos ayudarle nuevamente pero sería una bendición poder encontrarle un trabajo; otro dato importante es que Geroge habla Francés e inglés.
Su primer paella en casa
Colaborando con el macarrón

  Ya es parte del equipo del macarrón
Su 1º noche vieja macarroniana
Aprendiendo a usar internet en casa
Ayudándonos con la mudanza
El premio de Barclays también es suyo










5 comentarios:

  1. Emociones de tristeza y alegría, tristeza por conocer una historia mas de sufrimiento en este mundo tan injusto, alegría por que a pesar de las adversidad el nunca dejo de creer y luchar, es algo que siempre tenemos que llevar dentro de nosotros. Te deseo lo mejor George.
    Gracias a los macorronianos por compartir esta historia y emprender estas ayudas.

    ResponderEliminar
  2. Buena suerte George! Me ha conmocionado tu historia

    ResponderEliminar
  3. Impresionante, me ha puesto el pelo de punta algunos de los fragmentos del texto. Eres todo un ejemplo a seguir George, cuídate y espero logres alcanzar tus sueños. Un abrazo campeón!!!

    ResponderEliminar
  4. Muy interesante y conmovedora esta historia , la realidad que yo vivo no es ajena a este tipo de casos, como un familiar en la aventura del sueño americano paso por mil y un peripecias, pero casi asfixiado y sofocado en la maletera de un auto junto a un par mas de personas logro su objetivo.

    ResponderEliminar