sábado, 19 de junio de 2010

UNA JORNADA TRABAJADA CON LO JUSTO

Hoy fue un día trabajoso ya que no pudieron acudir la mayoría de los macarronianos. Como cada sábado, me levanté temprano para preparar la salsa de tomate y dejar todo preparado para el resto. Sobre las 11 sonó el teléfono y era Carlos que no podía venir ya que esperaba la visita de unos amigos de Madrid y se estaban retrasando. Vartan y Yuliya tampoco podían venir hoy por temas de trabajo y Elena no vendría porque anda liada con sus exámenes de fin de curso. Así las cosas me lié a preparar todo mucho antes.
Puse el agua a calentar; cuando ya estaba bien calentita, los macarrones y a darles vuelta. Cuando estuvieron cocidos y era el momento de empezar a escurrirlos, llegó Cristhian y nos pusimos manos a la obra los dos.
Trajo unos macarrones y unas alubias que una compañera de clase le entregó a Elena con motivo de la campaña del kilo. Tambien nos trajo una donación de un profesor suyo, Raul Celda, al que, desde aquí le damos las gracias y lo animamos a que participe con nosotros algún sábado.

Cuando ya teníamos los macarrones mezclados con la salsa de tomate, llegaron Roxana y Nacho y nos liamos rápidamente a ponerlos en las bandejas. Así que hoy la "cuadrilla" era reducida, pero como siempre, con unas ganas enormes.
Y listos para el reparto. También tuvimos la compañía de nuestra mascota, Maca.
Como siempre, primero al paseo del Prop, donde nos esperaban nuestros amigos del Norte y donde también suelen quedar algunos sudafricanos.
Y Maca controlando el reparto.

Roxana llevaba las dos mochilas de pan, repartía vasos, hielo, parecía que tenía 10 manos.
Nacho y Cristhian hacían tambien lo suyo. Había que multiplicarse hoy.
Estaba por allí nuestro amigo indio, el cual me comentaba que ayer le pusieron una multa de 100 euros por estar aparcando coches. Vaya,¡¡ que crimen más grande!!. En fin. Sin comentarios.
En este momento, Cristhian nos tuvo que dejar, así que nos bajamos al cauce del rio, Roxana, Nacho y yo.
Allí nos esperaban Mbarik, Babacar y sus compañeros.
En primer término vemos a Diaware, Aaron.

Luego andamos unos metros más donde se encuentra otro grupo, que no son muy amigos de las fotografías.

Y terminado nuestro trabajo, a casa a comer y descansar. Hoy fue una jornada especialmente agotadora, por la ausencia del resto de macarronianos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario